La viticultura ecológica es un concepto que ha tomado mucho protagonismo durante los últimos años como alternativa sostenible en la producción de vinos, abrazando prácticas amigables con el medio ambiente. En Bodegas Ferrera llevamos más de 80 años apostando por este enfoque y comprometiéndonos con la preservación del entorno donde crecen nuestros viñedos. Sin embargo, el cambio climático ha planteado desafíos significativos para esta forma de agricultura, obligando a la industria vinícola a encontrar soluciones innovadoras.
¿En qué consiste la viticultura ecológica?
La viticultura ecológica es un enfoque de cultivo de la vid que se basa en principios de sostenibilidad y respeto por el medio ambiente. En lugar de depender de productos químicos sintéticos, se centra en prácticas agrícolas naturales y orgánicas para mantener la salud de los viñedos. Esto implica el uso mínimo o nulo de pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales, así como la promoción de la biodiversidad, el manejo del suelo y la preservación de los recursos hídricos. El objetivo es producir uvas de alta calidad mientras se minimiza el impacto negativo en el ecosistema, resultando en vinos auténticos y más saludables tanto para las personas como para el planeta.
El impacto del cambio climático en la viticultura ecológica
En los últimos años, este fenómeno global ha impactado de manera significativa en la viticultura ecológica. El aumento de las temperaturas, eventos climáticos extremos y cambios en los patrones de precipitación han generado desafíos en la gestión de los viñedos. En las Islas Canarias, estos cambios se han hecho evidentes, afectando la producción y calidad de las uvas.
En Bodegas Ferrera hemos sido testigo de estos efectos y hemos adoptado un enfoque proactivo para abordar los desafíos ambientales. En definitiva, nos hemos comprometido a implementar prácticas sostenibles y regenerativas para mitigar los impactos negativos del cambio climático en nuestros viñedos.
Consecuencias del cambio climático en la viticultura
- La aceleración de la brotación y la cosecha de la vid, lo cual reduce el tiempo de crecimiento de la planta y puede generar desajustes entre el momento en que los componentes fenólicos y azucarados de las uvas alcanzan su maduración.
- El aumento de la presión provocada por la falta de agua y el aumento de la temperatura, que impacta el desarrollo y el funcionamiento metabólico de la vid, así como la composición y el aroma de las uvas. Esto conlleva a un mayor riesgo de sufrir heladas en primavera, granizadas, sequías, inundaciones y daños por exposición solar, los cuales pueden ocasionar perjuicios en las partes vegetativas y reproductivas de la vid, y resultar en pérdidas de la producción.
- Los cambios en la distribución geográfica y la aparición más frecuente de plagas y enfermedades, lo que posiblemente demande un aumento en el uso de productos fitosanitarios o la aplicación de medidas preventivas.
- La modificación de las características típicas y la calidad de los vinos, pudiendo influir en su color, acidez, contenido alcohólico, estructura, equilibrio y expresión de la variedad.
Soluciones innovadoras ante el cambio climático
- Se busca utilizar cepas autóctonas o mejoradas que sean más fuertes ante situaciones de escasez de agua y variaciones de temperatura, más resistentes a plagas y enfermedades, y que tengan períodos de maduración más prolongados.
- Se propone cambiar la forma en que se maneja el viñedo, incluyendo el sistema de conducción, la poda, el riego, la fertilización, el trabajo del suelo y el control de plagas, de manera que se optimice la utilización del agua y los nutrientes, se mejore la calidad del suelo, se fomente la diversidad biológica y se regule el entorno climático del viñedo.
- Se plantea variar el paisaje de cultivo mediante la incorporación de cultivos complementarios, cercas vivas, árboles o plantas que ayuden a incrementar la capacidad de absorción y retención de carbono, a disminuir la erosión del suelo, a proteger el viñedo de condiciones climáticas adversas, etc.
- Se propone implementar innovación tecnológica con el uso de herramientas digitales, sensores, modelos predictivos o sistemas de alerta anticipada que faciliten la supervisión y gestión del viñedo, así como la toma de decisiones basadas en información objetiva.
- Se busca promover la colaboración entre los actores del sector vitivinícola ecológico, incluyendo productores, bodegas, organismos de certificación, entidades gubernamentales y centros de investigación, para compartir conocimientos, experiencias y recursos con el fin de mejorar la capacidad de adaptación al cambio climático.
Agricultura regenerativa en la viticultura: una solución sostenible
La agricultura regenerativa también se establece como una solución prometedora para contrarrestar los efectos del cambio climático en la viticultura. Esta metodología va más allá de la agricultura ecológica convencional, enfocándose en restaurar y mejorar la salud del suelo, promover la biodiversidad y capturar carbono atmosférico.
En nuestro caso particular, mediante el uso de técnicas como la siembra de cultivos de cobertura, la aplicación de compost orgánico y la reducción del uso de productos químicos, en la bodega hemos logrado fortalecer la resiliencia de los viñedos frente a los impactos climáticos adversos.
Experiencias de enoturismo sostenible
Además del enfoque sostenible en la producción vinícola, hemos integrado la filosofía ecológica en nuestras experiencias de enoturismo en Tenerife. De esta manera, los visitantes tienen la oportunidad de conocer de cerca las prácticas agrícolas sostenibles que llevamos a cabo y degustar vinos elaborados con uvas cultivadas de manera responsable.
El cambio climático representa un desafío global para la viticultura ecológica, pero también ofrece oportunidades para la innovación y el cambio positivo.
En un mundo en constante cambio, la viticultura ecológica y la agricultura regenerativa se consolidan como pilares fundamentales para la preservación de nuestro entorno natural, asegurando la continuidad de la producción de vinos de calidad y el disfrute de experiencias enoturísticas auténticas y sostenibles.